jueves, 12 de marzo de 2015

Cómo hemos cambiado!!!! - 1ª parte

Hoy no he dormido nada bien, algo que viene siendo habitual ya en mi día a día (o mejor dicho, noches). Desde que nació Campanilla, el chip del sueño se me ha atrofiado y he pasado de dormir toda una noche seguida, a hacerlo a trompicones. Y esto me ha hecho darme cuenta en como puede llegar a cambiar la vida de una persona cuando se convierte en mamá.

Y claro, como he tenido tiempo de sobra para darle vueltas a la cabeza durante mis largas horas de insomnio, he podido comprobar la diferencia de lo que yo era a lo que soy actualmente (dícese mi cambio en 4 años).

1 - Yo era....Ratona de Biblioteca: Desde siempre he sido una lectora casi compulsiva y una amante de la lectura. Era raro no verme siempre con un libro en cualquier rincón y a cualquier hora del día. Más que leérmelos, parecía que me los bebía y a veces hasta de dos en dos.

Me encantaba imaginarme que era esa princesa medieval, encerrada en una torre, a la que venía a rescatar de su cautiverio un apuesto y valiente caballero, montado en su blanco corcel. O la protagonista de una novela romántica, a la cual venía a buscar su amado con un hermoso ramo de tulipanes, a una isla perdida del sur de Italia (por decir algún sitio), dónde me dedicaba a pintar de manera melancólica cuadros de paisajes floreados (después me pregunto de dónde ha sácalo la niña la imaginación que tiene y sus gustos principescos). Leyendo he llegado a "ser" detective, heroína, abogada, reina mora, superviviente de un naufragio y un largo etc. Me encantaba salir de mi mundo y meterme en uno distinto, aunque fuera sólo imaginario.

Y ahora... pues he pasado de leerme desde un libro a la semana a llevarme con uno hasta....varios meses!!!!. Sí, sí, meseeeesssss!!!. Hace un tiempo me compré el libro de "La mujer que leía demasiado" (fijaros ahora la incongruencia del título con mi estado actual), de "Bahiyyih Nakhjavani" (ufff, afortunadamente no tengo que pronunciar en alto el nombre del autor). Pues nada, me leí el primer capítulo y ahí está, cogiendo polvo el pobrecillo en la estantería. Y no es porque no me guste, eh?, que tampoco puedo opinar de él con lo poco que he leído y encima, esas poquitas hojas, lo hice pegando cabezadas y pensando en qué iba a hacer de comer al día siguiente. Lo que pasa es que estoy tan cansada al final del día, que en cuanto la niña cae en su sueño de Morfeo, yo voy detrás.

Eso sí, cuentos infantiles, todos los días, ya que Campanilla ha salido a mamá con su gusto por los libros y como aún no sabe leer...pues me toca a mí hacerlo para ella. Ahora devoro páginas de Cenicienta, Blancanieves, La brujita Malvadita, Cuentos para dormir y los libros que trae del cole semanalmente (a lo cual le dedicaré un post otro día). Bueno algo es algo, no?



2 - Era....Dormilona: Vamos, lo que se ha llamado toda la vida, ser una marmota. Yo era capaz de dormir horas y horas seguidas, sin que me molestara ni el que pasara la Banda Municipal por la puerta de mi casa a platillazos y tamborilazos limpios. Me podía quedar dormida hasta de pie en cualquier esquina y lo mejor de todo, sin caerme, jeje, ahí, como una estaca.

Ahora... De ser marmota he pasado a ser un búho. Insomne de noche y con los ojos abiertos de par en par como dos faros. Sólo me queda darle vueltas a la cabeza en 360º, a lo niña del exorcista. Y sí, es que por muy cansada que esté, es raro que no me despierte cada una o dos horas y luego me cueste dormirme de nuevo. Y claro, a la mañana siguiente, pues me tenéis a lo The Walking Dead, dándome brochazos de maquillaje a diestro y siniestro, intentando subirle un par de tonos de color, aunque sea, a mi piel blanquecina y haciendo lo imposible por disimular las ojeras de oso panda antes de que Campanilla se levante.

Seguimos en otro post, que al final esto se está haciendo más largo que el Quijote!!!!. Es que como me den cuerda.....

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